Entender la paz como lo opuesto al miedo, significa para mi percibirla como vivencia a cada instante, en la construcción intencionada de la presencia conciente ante las emociones más abrumadoras. Asimilar los acontecimientos con aceptación y rendición hacia la naturaleza inherente de las cosas y las experiencias. Y así, dentro de ese caos aparente encontrarle sentido y resignificar en lo objetivo, lo sublime de la realidad evolutiva.
NOSTALGIA I y NOSTALGIA II, conforman una propuesta en dos pinturas que describe las emociones encontradas que desdibujan sus límites, la obra postula la complejidad del anhelo y la pérdida ocurriendo simultáneamente y aun así en su dinamismo encontrar belleza e identidad, estas pinturas fungen como una secuencia que sugiere porvenir, continuidad y al fin esperanza.